Gardel creció en el
Abasto, una zona
entre los barrios de
Almagro y de
Balvanera, en
Buenos Aires en
el que funcionaba el famoso Abasto,
mercado central de frutas y verduras,
cuyo edificio estilo art decó se conserva reciclado y convertido
en centro comercial. A muy temprana edad comienza a ser reconocido por
su canto, y trasciende su fama como
el Morocho del Abasto. El
payador
José Betinotti le
daría un nuevo apodo que también se haría popular, El Zorzal Criollo,
y lo motivaría a cantar en los centros políticos. También se le conoce
como el Francesito, como El Mudo, con base en un fino
sentido del humor que hace referencia a su excepcional voz y como el
que cada día canta mejor.
Gardel recibiría en
1915 un balazo
durante un altercado a la salida del
Palais de Glace
(salón de baile de la época en el barrio de
la Recoleta).
Cantaría el resto de su vida con esa bala alojada en su pulmón
izquierdo.
Dos años más tarde es protagonista del film
mudo Flor de Durazno (novela de
Hugo Wast). En
1923, ya metido de lleno en el tango, realiza con Razzano y la Compañía
Rivera-De Rosas, una gira que lo llevará a Uruguay,
Brasil y
España, debutando
en el Teatro Apolo de
Madrid. Hacia
mediados de la década de 1920 el dúo cantor se separa, pasando Razzano a
ejercer las funciones empresariales. Gardel vuelve a realizar giras por
Europa, donde actúa en España (1925) y Francia (1928), y actúa en varias
películas para la Paramount. Debuta en el cabaret Florida de París, con
enorme éxito y graba varios discos. En 1929 visita brevemente
Italia y el 5 de
febrero vuelve a Francia, donde actúa en la
Opera de París,
triunfando de manera rotunda.
Es evidente que las investigaciones de varios
interesados en el tema generaron tantas opiniones opuestas con el asunto
a lo largo de los años, que todavía siguen generando controversia.