Ellington nació el 29 de abril de 1899, hijo de
James Edward Ellington, un mayordomo de la
Casa Blanca, y de
Daisy Kennedy Ellington. Desde muy joven, el ambiente confortable
en el que vivió le facilitó, con siete años, comenzar a recibir
lecciones de piano, y a escribir música en su adolescencia. En
1917 dejó el
instituto en el que estudiaba, y pasó a dedicarse por completo a la
música. Su debut profesional se produjo con diecisiete años, en su
ciudad natal. Desde sus inicios ya influyó en él un
género musical
muy popular a principios de siglo, el
ragtime, estilo
esencialmente pianístico derivado del jazz.
Posteriormente, su paso por el famoso club "The
Cotton Club" de
Harlem, que duró
tres años a partir de su entrada el
4 de diciembre de
1927, convirtió a
Ellington en un músico de gran renombre en todo los Estados Unidos por
la retransmisión radiofónica de muchas de sus actuaciones. Durante esta
etapa, en
1929, el quinteto
actuó interpretando música de
George Gershwin
en el musical de
BroadwayShow
Girl. También actuaron en varias películas. Diversas giras por
Estados Unidos y
Europa
acrecentaron su fama sobremanera.
A partir de mitad de la
década de 1940 se
produjo un viraje en el sentido de sus composiciones, que pasaron a ser
más formales y de mayor aliento temático:
Black, Brown and Beige
(1944),
Frankie and Johnnie (1945)
o Deep South Suite (1946).
Los gustos del público cambiaban, orientándose más hacia formaciones con
mayor peso de un instrumento
solista y de
menor número de componentes, consecuencia todo de la revolución
bop, pero
Ellington permaneció leal a su concepción y forma de entender la música,
dando paso en su banda a músicos de la talla del
saxofonista
Johnny Hodges o
el
trompetista
Cootie Williams
como muestra del nivel de exigencia de ésta.
La década de
1960 despertó el
interés de Duke Ellington en la
música litúrgica.
Compuso piezas como "In the beggining of God", reproducida
públicamente por primera vez en
1965 en la
catedral de
San Francisco, y
permaneció al frente de su orquesta hasta su fallecimiento, momento en
el cual tomó el relevo su hijo
Mercer Ellington.
Al final de su vida llegaron los mayores
reconocimientos a su carrera, teniendo en su haber los títulos de
Doctor Honoris Causa
por las Universidades de
Howard en
1963, y de
Yale en
1967, además de
la
Medalla Presidencial del Honor
otorgada en
1969. Fue
nombrado miembro del Instituto Nacional de las Artes y las Letras de
Estados Unidos en
1970, y en
1971 pasó a ser
el primer músico de jazz miembro de la Real Academia de la Música de
Estocolmo. Estuvo
nominado en
1965 para recibir
el
Premio Pulitzer,
pero su candidatura fue rechazada, a lo cual reaccionó con una de sus
frases más famosas: "El destino está siendo amable conmigo. No quiere
que yo sea famoso demasiado joven".
Murió el
24 de mayo de
1974, víctima de
un cáncer de pulmón agravado por una
neumonía. Sus
restos reposan en el Woodlawn Cemetery, en la ciudad de Nueva York.