Junto con
Billie Holiday y
Sarah Vaughan,
está considerada como la cantante más importante e influyente de la
historia del
jazz (y, en
general, de la canción melódica popular). Ganó 13 Premios
Grammy, y fue
galardonada con la Medalla Nacional de las Artes y la Medalla
Presidencial de la Libertad de
Estados Unidos.
Debutó como cantante a los 16 años, en
1934, en el
Harlem Apollo Theater de
Nueva York,
ganando el concurso Amateur Night Shows con la canción Judy,
interpretada al estilo de su ídolo
Connee Boswell.
Tras una breve colaboración con la banda de
Tiny Bradshaw,
Ella consiguió entrar en la orquesta de
Chick Webb,
convencida por uno de los asistentes a las noches del Apollo: el
reputado arreglista y saxofonista alto
Benny Carter.
Cuando
Chick Webb
falleció en
1939, la banda
continuó su gira bajo el nuevo nombre de, "Ella Fitzgerald and Her
Famous Orchestra". Unos años más tarde, agotada del esfuerzo que suponía
dirigir la orquesta y cantar a diario, disolvió la formación.
Comenzó su carrera en solitario en
1941. Cantó con
the Ink Spots,
Louis Jordan y
The Delta Rhythm,
y en 1946 empezó a cantar con regularidad en los conciertos de
Norman Granz
Jazz at the Philharmonic (JAP), convirtiéndose Granz en su manager.
Un gran cambio se produjo en el estilo de Ella durante este período.
Estuvo de gira con la banda de
Dizzy Gillespie y
adoptó el
bebop como parte
de su estilo, y comenzó a incluir fragmentos de
scat en sus
interpretaciones. Sus grabaciones de "Lady Be Good", "How High the Moon"
y "Flying Home" durante 1945-1947 se hicieron muy populares y su
estatura como una de las primeras voces del
jazz se asentó.